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jueves, 31 de mayo de 2012

Declara Lo Mejor Para Tu Vida


Eclesiastes 3:7
Todo tiene su tiempo y todo lo que se
quiere debajo del cielo tiene su hora:
Tiempo de rasgar y tiempo de coser,
Tiempo de callar y tiempo de hablar.

Si pudiéramos grabar en todo el día lo que hablamos, nos sorprenderíamos de las cosas que decimos escucharíamos de nosotros mismo quejas murmuraciones, declaraciones de todo tipo, dudas, etc.

Seriamos testigos propios de muchas palabras descuidadas que pronunciamos, sembremos buenas palabras y cosechemos bendiciones para nuestra vida.


Proverbios 18:21
El poder de la vida y de la muerte están en la lengua.

Aprendamos cada día a bendecir con las palabras de nuestra boca y hablar de vida, seamos esas personas que alentemos y edifiquemos, para que muchos sigan adelante, abstengámonos de lastimar, juzgar y señalar, porque hay muchas cosas buenas que decir y que muchos necesitan escuchar.

La Biblia nos enseña que el bien vence al mal, y que las palabras pueden afectar el cuerpo, que estas producen sanidad como abren la puerta a la enfermedad

Santiago 3:10-11De una misma boca procede bendición y maldición.

Hermanos míos, esto no debe ser así.
¿Acaso alguna fuente hecha por una misma abertura agua dulce y amarga?
Tenemos que disciplinar nuestras bocas y controlar nuestras lenguas, podemos hacer buenas obras, pero se harían inútiles cuando no refrenamos nuestra lengua. Muchos no se han podido recuperar emocionalmente por las fuertes palabras que han dejado profundas heridas en su vida, divorcios, niños con grandes complejos, por eso pidamos ayuda al Espíritu Santo para que controle y dirija nuestra manera de hablar, debemos ser responsables en nuestra manera de pensar, porque los pensamientos son la fuente de donde provienen nuestras palabras, es por eso que debemos llevar cada pensamiento cautivo a la obediencia de Jesús.

Salmo 19:14Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Jehová, roca mía y redentor mío.

Evitemos las palabras ociosas e inútiles y liberemos de estas nuestra boca, no contristemos al Espíritu Santo con nuestra mala manera de hablar, debemos de guardarnos de las malas conversaciones y que nuestros labios sólo sean para alabar, adorar, glorificar y exaltar el nombre de nuestro Dios.

Ayudemos a consolar, fortalecer y animar, nuestro problema más grande esta debajo de nuestra nariz, nuestra boca.
Dios se alegra cuando nos oye decir lo correcto, andemos como hijos de luz, siendo sal y luz del mundo, nuestro corazón tiene que ser recto porque de la abundancia del corazón habla la boca para bien o para mal.



Declara lo mejor para tu vida... y que sea vuestra palabra siempre con gracia para que sepas como debes responder a cada uno. Amen.


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