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domingo, 30 de septiembre de 2012

Clama a Dios y te responderá.

1ra de Crónicas 4:9-10
"Jabes fue más ilustre que sus hermanos y al cual su madre lo llamó así por cuanto dijo lo di a luz con dolorInvocó Jabes al Dios de Israel diciendo, te ruego que me des tu bendición, que ensanches mi territorio, que tu mano esté conmigo, y que me libres del mal para que no me dañe. y le otorgó Dios lo que pidió Amén."


¿Cree usted que Dios tiene favoritos?, Ciertamente su Amor esta a la disposición de todos y Jesús vino a la tierra para que todo aquel que invoque a su nombre sea salvo. Pero Jabes por cuya oración se gana el premio de ser mas ilustre de parte de Dios, para decirlo Dios favorece y honra a quienes le piden.

¿Cuántos de nosotros estamos luchando por medio de nuestra fe, recibir el más alto galardón de parte de Dios y figurar en la relación que Dios ha puesto en su cuadro de honor?

Filipenses 3:13-14Prosigo hacia la meta para obtener el premio "Pues miraba a su futuro en que podría dar cuenta de lo que había hecho"


La historia de Jabes comienza con su nombre: su madre lo llamó así pues dijo "Porque lo di a luz con dolor", todos los bebes llegan al mundo con dolor pero imaginamos que su nacimiento fue más allá de lo usual, tanto que su madre decidió recordarlo con su nombre, quizás por las diferentes circunstancias como: su dolor fue emocional, el dolor por el abandono de su padre o el dolor porque murió, o el dolor porque su familia cayó en una estrechez económica pero el creció con un nombre que a todo niño le traería incomodidad, de pronto a través de su infancia se burlaban de su nombre pero Jabes crecía y creía en el Dios que liberó a sus antepasados de la esclavitud y que les dio victorias sobrenaturales contra enemigos poderosos.

Te ruego que me des tu bendición: cuando nos levantamos temprano clamamos al Padre diciendo "Bendíceme pero hazlo en abundancia" con la última palabra comienza la transformación, porque estamos confiando en Dios y clamamos por la ilimitada y maravillosa bondad que el único Dios tiene.

Ensancha mi territorio: nuestros ojos pueden mirar mucho más allá de las marcas que limitan tu propiedad, "Oh Señor todo lo que has puesto a mi cuidado tómalo y ensánchalo" ¿Es correcto que le pida a Dios que aumente mis negocios? naturalmente claro que si, si usted lo hace en los caminos de Dios su negocio es el territorio que Dios le ha confiado

Que tu mano esté conmigo: Jabes supo que necesitaba la mano divina y rápida de Dios es nuestra elección estratégica para sostener y continuar las grandes cosas que Dios a comenzado en nuestras vidas.

Y me libres del mal: Dios anhela oír nuestras peticiones para ser guardadas a salvo del mal, pidamos liberación porque gracias al poder de Dios podremos mantenernos seguro nuestro legado de bendición y es por medio de Cristo que podremos vivir de triunfo en triunfo.

Y Dios le concedió lo que pidió: el Señor nunca ha detenido sus respuestas.

Josué 4:24Para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de Jehová es poderosa y para que temáis a Jehová nuestro Dios todos los días.


Dios y Rey mío te ruego que aumentes mis oportunidades en tal forma que pueda tocar mas vidas para tu gloria. 

¡Déjame hacer más para ti! Amén.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Dile No Al Pecado


Josué 3:5
"Santificaos porque Jehová hará mañana maravillas entre nosotros."
¿Cuántos queremos ser imitadores de Jesús en lo que hacemos, en lo que pensamos y en lo que deseamos? Entonces cada nuevo día empecemos a practicar la pureza y apartémonos del mundo del pecado; debemos confrontar el pecado en nuestras vidas y decirle "NO" y permitamos al Espíritu Santo que nos enseñe a caminar con él y quitar todas las barrerás al poder y a la gracia de Dios.



(1ra Tesalonicenses 4:3-8)

La voluntad de Dios es vuestra santificación, que os apartéis de fornicación, que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor, no en pasión desordenada como los gentiles que no conocen a Dios, que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano, porque como ya os hemos dicho y testificado, el Señor es justo ante todo y Dios no nos ha llamado a inmundicia sino a santificación.

La Santidad es el resultado de lo que Dios ha hecho y está haciendo en nuestras vidas por nuestra fe que hemos depositado en él, la verdadera Santidad comienza en lo interior y se refleja en lo exterior y cubre todos los aspectos de la vida como los pensamientos, las actitudes, el comportamiento, la conducta y hasta la apariencia.

Debemos de obedecer a Dios y vivir santamente en cuanto a nuestra manera de vivir:

1- Santidad en la lengua: (Mateo 12:34), apartarnos de la murmuración, del chisme, de no hablar palabras vanas ni groseras, empleamos la lengua para la alabanza y adoración, exaltar a nuestro Creador.

2- Santidad en los ojos: (Lucas 11:34), sabemos que la lámpara del cuerpo son los ojos, por lo tanto los ojos son la ventana del alma y son los órganos sensoriales que más información llevan al cerebro, por eso hay que disciplinar los ojos teniendo cuidado con la literatura, con la televisión, con el cine, etc. En estos tiempos estas son las armas poderosas que satanás usa para corromper la humanidad.

3- Santidad en los oídos: (Proverbios 22:17), inclina tu oído a escuchar la palabra de los sabios, nuestro oído debe de estar dispuesto a escuchar la corrección y el buen consejo, hacerlo agudo a la voz de Dios para que puedas transitar por el camino que el te de dirección.

4- Santidad en la manera de vestir: (1ra Timoteo 2:9-10), así mismo nos habla que las mujeres se atavíen de ropa decorosa con pudor y modestia, no con peinados ostentosos, ni oro ni perlas ni vestidos costosos. Nuestra apariencia es la base de nuestra santidad, nuestro vestir refleja la moral y el buen sentido, la decencia y castidad. Vistámonos de una manera tal que no quedemos expuestos a las miradas, los esfuerzos de la mujer cristiana, deben ser ataviar su corazón y su Espíritu, que nos haga actuar y lucir como hijos de luz.

Dios nos promete hacernos hermosos con su salvación y es por eso que debemos de perfeccionar la santidad en el temor de Dios.



Necesitamos una santificación de motivos,
Necesitamos una santificación de deseos,
Necesitamos una santificación de actitudes,
Necesitamos una santificación de espíritus rectos,
Necesitamos una santificación de nuestra carne.


El propósito de vivir en santidad es agradar a aquel que nos compró a precio de su sangre preciosa y mora en nosotros, y así nosotros proyectar la imagen de aquel que habita en nosotros para que otros sean atraídos a él. Amén.