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jueves, 23 de febrero de 2012

El Arte de Escuchar.

Querido Amigo: Hay para los actuales momentos en crisis, una voz de alerta y es por eso que debemos de oír con cuidado, es un llamamiento a emplear la facultad del discernimiento.
Abre tus oídos a la verdad, la Biblia nos dice en Isaías 24:5: "Y la Tierra fue profanada por sus moradores, porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto eterno."

Dios en su gran misericordia nos ha dado un escape en Jesucristo su hijo, y el te dice: "Búscame mientras pueda ser hallado, llámame entre tanto estoy cercano", Dios nos da la oportunidad de arrepentirnos de las obras malas, de aquellos actos pecaminosos cometidos, Jesús no vino a juzgarte, él vino a salvarte.

"Si alguno tiene oídos para oír, oiga". Esta es la facultad de apreciar y comprender las cosas espirituales, está atento amigo:

1- Oye con discernimiento huyendo de las falsas doctrinas.
2- Oye la palabra de Dios como dirigida a ti personalmente, aplicándola a ti mismo.
3- Oye con avidez, pidiendo que la palabra te sirva de Bendición.
4- Oye con el deseo de retener lo oído, guardándolo en el corazón.
5- Oye con el propósito de obedecer y poner en práctica la verdad divina.

Abre tu oído a toda la palabra de Dios porque los que tienen hambre espiritual en ella hayan alimento, si pones tu oído a la predicación y acudes a oír con fe quedaras confirmado en la verdad.
Los que acuden contentos hayan motivo de regocijo.

Si oyes la palabra de Dios habrá en ti más conocimiento y luz a lo oído, más experiencia personal de la Bendición que acompaña a la palabra y mas regocijo al oír.
Dios concede más y más a los que aman, él te dará sabiduría espiritual, esto contribuirá a tu edificación, santificación, a tu crecimiento como creyente.

Dios te habla por su palabra, óyela, es la oportunidad, te doy cuatro consejos beneficiosos para tu salvación:
1- Necesitamos salvarnos.
2- Nosotros no los podemos hacer solos.
3- Jesús es nuestro salvador
4- Jesús nos librará de toda tentación.

Confiesa tus pecados a Jesús y recibelo en tu corazón, tu vida cambiará y será transformada. Amén.



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